
Hay una cosa que Dios intencionalmente busca. Así lo expresó Jesús. Sus ojos recorren la tierra y buscan “adoradores en espíritu y en verdad” (Jn. 4:23). Más que habilidades y talentos, el Padre sigue disfrutando de aquellos que lo aman y buscan su Presencia por encima de todo.
El deseo de tocar a las personas con nuestras canciones no garantiza que Dios sea tocado. Pero cuando nuestra prioridad es alcanzar su corazón, las personas serán transformadas con su Presencia. Él no puede resistirse a corazones hambrientos que quieren construir un lugar para que Él habite.
Por eso, Dios está levantando ministros de adoración y músicos que entienden la prioridad de ministrar el corazón de Dios y, como consecuencia, generan ambientes donde muchos son experimentan su gloria.
En MiSion tenemos la convicción que el rol que ocupan los músicos y adoradores es clave en medio de las dinámicas de los últimos tiempos. Con ese propósito queremos darte herramientas prácticas para nutrir tu asignación y que seas parte de aquellos que atraen su Presencia en familias, comunidades, ciudades y naciones.

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